Collecting in Paris
Quizás acaba de regresar de un viaje a un país lejano y su casa lo abraza feliz. Dos vidas, la de un coleccionista y la de su museo personal, vuelven a juntarse. La maleta todavía está en la entrada, los zapatos cerca del sofá y un nuevo cuadro está apoyado sobre la gran mesa de madera, así, para sentir el calor y la naturalidad de este material que ya es una obra de arte.
En esta casa en el corazón de París hay de todo: libros, objetos, un guardarropa que sigue la moda con curiosidad, y sin embargo nada está fuera de lugar porque cada presencia, cada recuerdo, cada obra maestra, incluso las que llegarán algún día, ya tiene su espacio, su lugar predilecto.
Crear una casa significa armonizar razón y sentimiento, significa infundir energía, ritmo, incluso un toque de caos. Pero también significa pensar en su contrario, en la quietud de sistemas tan versátiles y llenos de personalidad que pueden custodiar con elegancia pequeños y grandes tesoros. Quizás por eso, en el París de las vanguardias, los artistas más revolucionarios llevaban chaqueta y corbata.
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