El edificio histórico, residencia de la aristocracia británica desde el siglo XVIII, tiene una historia única. Siempre ha sido sede del poder global al haber albergado tanto el Alto Comisionado canadiense como la embajada de Estados Unidos; ahora es propiedad privada por primera vez desde 1936.

Los 44 apartamentos únicos, con grandes proporciones y una calidad inimitable, además ofrecen servicios lujosos como centro de bienestar y spa, seguridad y servicios de conserjería. Este proyecto demuestra, una vez más, la extraordinaria capacidad de Lema para trabajar con arquitectos y diseñadores, entre los más exigentes, para crear mobiliario y módulos únicos.